Sonríe.
domingo, 26 de diciembre de 2010
Dejar que pase el tiempo ...
Todo está en pausa. Una pausa que se hace interminable. Cómo si mi vida fuera una película, en la que por la falta de una, o de, tal vez, dos personas, no pudiera rodarse ni siquiera una secuencia. Sin saber que hacer, cómo salir de un lugar en el que ni tan siquiera sabes como has entrado. Pienso que tal vez sea culpa mía, por alguna discusión, algo que no debí decir, algo que no debí hacer. Pero ahora que más da. No hay salida, es un callejón sin salida, o eso parece. Tal vez sea yo la única capaz de cambiar esta situación. Sí, en efecto, soy yo la única capaz de hacerlo. Pero, y si ¿cuándo intento ir a buscar la forma de arreglarlo, la forma de arreglarlo acude a donde yo estaba, y por haber ido a arreglarlo no estoy donde debería? Lo sé, escusas, escusas tontas. Pero es que no es sólo el hecho de que me falten esas personas, también es el hecho de que en estos momentos mi vida, mejor dicho, mi destino, pende de un hilo. El estudiar más o menos, sacar una nota u otra, condicionan bastante mi futuro, el estudiar en un sitio u otro, cerca o lejos de casa. Lo sé, son escusas, escusas tontas, otra vez. Pero en estos momentos de nada vale que unos te digan estoy aquí para lo que quieras, por si tienes dudas sobre la universidad. Por supuesto que tengo dudas, muchas dudas y miedo, mucho miedo. Pero mis dudas y mis miedos, nadie me los podrá quitar, hasta que no pase todo, todo lo que tenga que pasar.
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Tu y yo tenemos la misma historia!!
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